martes, 21 de julio de 2009

EL BONSAI


A ti,
que amas las plantas y un día me amaste a mí,
me acerco como este bonsai
orgullosa de no necesitar riego ni calor,
pero al que ojos misericordiosos como los tuyos
podrían mirar alguna vez,
mitigando su tremendo desamparo
ante la tarde que declina.

Si tú quisieras...



Algunas veces te veo
y pienso en mi boca y tu intención,
algunas veces intento
borrar de mi memoria tu traición.

Algunas veces mi cabecita
queda con nuestros recuerdos
a las cinco en el salón.

Y cuando te habla nunca se olvida
de guardarse sus cenizas
en mi pobre corazón.

No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
no vuelvo a pedirme perdón.
No voy a negarte que sigo adelante,
no quiero verte mi amor.

No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
ya no preguntes por mí.
Sólo quiero olvidar que un día te conocí.
Pero que hay días que toda la noche la paso llorando por ti.

Algunas veces recuerdo
que vivo a plazos por sobrevivir.
Algunas veces me cuento
que necesito un final feliz.

Algunas veces y aún todavía
se recogen las cenizas
de este pobre corazón.

No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
no vuelvo a pedirme perdón.
No voy negarte que sigo adelante
no quiero verte mi amor.

No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
ya no preguntes por mí.
No voy a negarte yo sigo adelante
no quiero verte mi amor.

No puedo olvidar no quiero esperarte
ya no preguntes por mí.
Sólo quiero olvidar que un día te conocí.
Pero hay días que toda la noche la paso llorando por ti.

Pero hay días que toda la noche la paso llorando por ti.

martes, 14 de julio de 2009

LARGA NOCHE DE PIEDRA




El techo es de piedra.
De piedra son los muros
y las tinieblas.
De piedra el suelo
y las rejas.
Las puertas,
las cadenas,
el aire,
las ventanas,
las miradas,
son de piedra.
Los corazones de los hombres
que a lo lejos acechan,
hechos están
también
de piedra.
Y yo, muriendo
en esta larga noche
de piedra.
 
Celso Emilio Ferreiro

LA OREJA DE VAN GOGH EN ÁGUILAS

El pasado Viernes, La Oreja de Van Gogh, actuó en Águilas. Me encantó el concierto. Oí hablar de ellos cuando la solista era Amaia Montero, hace unos años, por la siguiente frase que decían en una canción:
"La casualidad se puso el disfraz de una mariposa que al vuelo se entregó soltando su efecto nos acarició.
No imaginas cómo sería yo si hubiera esperado un segundo más el amor.
Ni mis gestos ni mi propia voz, ni mis besos serían hoy de los dos."

Del concierto me impresionaron dos canciones que, para mí, sobresalieron sobre las restantes, y quiero compartirlas con vosotros:
Si fuera más guapa y un poco más lista,
si fuera especial, si fuera de revista,
tendría el valor de cruzar el vagón
y preguntarte quién eres.

Te sientas enfrente y ni te imaginas
que llevo por ti mi falda más bonita,
y al verte lanzar un bostezo al cristal
se inundan mis pupilas.

De pronto me miras, te miro y suspiras,
yo cierro los ojos tu apartas la vista,
apenas respiro me hago pequeñita
y me pongo a temblar.

Y así pasan los días de lunes a viernes,
como las golondrinas del poema de Becquer,
de estación a estación,
de frente tú y yo va y viene el silencio.

De pronto me miras, te miro y suspiras,
yo cierro los ojos tú apartas la vista,
apenas respiro me hago pequeñita
y me pongo a temblar.

Y entonces ocurre, despiertan mis labios,
pronuncian tu nombre tartamudeando,
supongo que piensas qué chica más tonta,
y me quiero morir.

Pero el tiempo se para,
te acercas diciendo,
yo aún no te conozco y ya te echaba de menos,
cada mañana rechazo el directo y elijo este tren.

Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado,
un día especial este 11 de marzo,
me tomas la mano, llegamos a un túnel
que apaga la luz.

Te encuentro la cara gracias a mis manos, me vuelvo valiente y te beso en los labios, dices que me quieres y yo te regalo el último soplo de mi corazón.



Es pronto para comprender que pueda mirarte y verme a la vez...
que escuches hoy mi voz que tanto te cantó
los meses que tú fuiste yo...

Es pronto para comprender, la vida es tan bella como tú la quieras ver
si lloras, cantaré
si sufres te hablaré
si mueres, moriré también.

Si te cuentan que lloré cuando te cogí en mis brazos,
no me pude contener, porque te quiero tanto...

Es pronto para comprender, verás como el mundo es injusto y cruel
porque un amanecer sin nada que perder
es muy difícil de entender...

Si te cuentan que lloré cuando te cogí en mis brazos,
no me pude contener, porque te quiero tanto...
porque te quiero tanto...
como el mar a su verano...
me corona su amigo el engaño,
como el sol cuando habló
que hoy nació una flor

Si te cuentan que lloré cuando te cogí en mis brazos,
no me pude contener, porque te quiero tanto...
porque te quiero tanto...

Muchas gracias por seguir ahí.

miércoles, 8 de julio de 2009

PRIORIDADES.

Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia.

Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó: "¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?".

Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: "¿Está lleno?".

Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto sonrió con ironía y repitió: "¿Está lleno?".
Esta vez los oyentes dudaron: "Tal vez no", respondieron algunos. "Sí", respondieron otros.

Entonces puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. "¿Está lleno?", volvió a preguntar.

"¡No!", exclamaron los asistentes, que se temían que el conferenciante los engañara de nuevo.

"Bien", asintió el asesor; y cogiendo una jarra de agua de agua comenzó a verterla en el frasco y el recipiente aún no rebosaba.

"Bueno, ¿qué hemos demostrado?", preguntó.
Un alumno respondió: "Que no importa lo llena que esté tu agenda; si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas".
"¡No!",respondió el experto. "Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después".
¿Cuáles son las grandes piedras de tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona amada?. Coloca primero lo importante y el resto encontrará su lugar".

Llevo una semana de vacaciones y, puedo aseguraros que, muchas horas las he pasado pensando en vosotros/as.
Desde hace poco tiempo he ido recorriendo vuestras casas, vuestros rincones, vuestros desvanes (cada uno denominamos de una forma diferente a nuestro blog, ¿verdad?) y noto que formo parte de vosotros, de vuestras vidas, alegrándome con vuestras alegrías y sufriendo con vuestros sufrimientos…y a la inversa…
Siento algo extraño en mi interior difícil de explicar pues ¡no nos conocemos!. Nos hemos leído, hemos intercambiado comentarios pero… no nos hemos visto nunca ni sabemos mucho de nuestras vidas, a no ser que hayamos dejado entrever algo o, los/as más valientes, hayan colgado sus fotografías. Y me he preguntado un millón de veces ¿por qué me siento tan unida a vosotros?. ¿Qué unión se ha creado aquí?
Ese día y noche de hace una semana quise despedirme de todos vosotros, uno a uno (hubo fallos de conexión y no pude con dos o tres y, hoy, desde aquí les pido disculpas). Conforme os iba escribiendo, el corazón se me iba encogiendo, a duras penas lograba contener las lágrimas, y éstas brotaban de mis ojos habiendo momentos en que me resultaba imposible continuar. Pasé la noche sin dormir, porque quería estar hasta el último momento con vosotros, con cada uno de vosotros.
Reflexionando he llegado a la conclusión de que no sé si es justo porque... ¿qué sabéis de mí?. ¿Os lo habéis preguntado alguna vez?. Sólo me conocéis, personalmente ¿tres, cuatro, cinco personas?... ¿Y el resto?. Soy mujer, sí, pero, no sabéis mi edad, ni mi estado civil. ¿Soy estudiante o trabajo?. ¿Tal vez ama de casa?. ¿Soy morena o rubia?. ¿Tengo hijos?. ¿Con quién vivo? o... ¿Vivo sola?
Nunca me habéis preguntado, nunca os ha importado. Me habéis aceptado con lo poquito que os he dado. Sin más. Y me habéis hecho infinitamente feliz. He recibido de todos y cada uno de vosotros los elogios más bonitos que podían regalarme en esta vida: vuestras palabras. Me he llegado a sentir tan cerca de vosotros, que estremece pensarlo. Y, ¿sabéis?, ahora tengo miedo. Porque, con cada entrada, con cada palabra que escribo, voy desnudando mi alma. La coraza la estáis rompiendo poco a poco. No conocéis mi envoltorio, pero vais conociendo algo mucho más importante: mi interior… y eso me asusta, porque me hace vulnerable.
Os prometí que no sería un adiós definitivo, y aquí me tenéis.
Aunque siga de vacaciones, hoy he querido estar de nuevo con vosotros. Os iré comentando en vuestros blogs, y siempre, siempre, habrá una palabra que los salpicará junto a mi nombre: ¡¡¡GRACIAS!!!