Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está
infeliz con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir atrás de un sueño
quien no se permite,
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está
infeliz con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir atrás de un sueño
quien no se permite,
ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
[Martha Madeiros. Fotografía de M. Pilar O. (Caminodelsur)]
16 comentarios:
Hay que ser feliz, y acarrear con todo. Arriesgarse a buscar nuevas fronteras, e intentar tirarse a la piscina. Aún luego te estrelles, pero sino lo intentas, morirás sin haber vivido lo suficiente.
Estoy de acuerdo con este trozito de mensaje, que ha sido el que más me ha gustado:
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos.
Besitos, Mar.
Quien no lee. Una verdad como un piano.
Muchas gracias por tu comentario, Francisco Javier.
La dichosa rutina...
Me alegro que te haya gustado.
¡¡¡Saludos!!!
¡Ay, supersalvajuan!
No se lee, ni se escucha... Es una pena.
(¿Estás bien?. Te sentí triste en tus últimas entradas).
¡Un abrazo!
Si, estoy bien. Es la tensión, muy baja. Y los errores cometidos. Los fallos, las imprudencias. Y arreglar los embrollos es complicado. Muy complicado.
¡Ánimo, Súper!
¡Tú puedes!
Un abrazo.
!Gracias! No conocía tu blog!
Muchas gracias!!
No me des las gracias, La Sonrisa de Arturo: lo que necesiteis que, si está en mi mano, lo tendreis.
Besos.
Cuántas maneras de morir lentamente!
Y qué razón tienes.
Quizás todas parten de un mismo punto: el miedo. Ese que no nos deja respirar, no nos deja soñar, no nos deja avanzar, ...no nos deja vivir.
Plantemos cara a la vida y al miedo. Vivamos lento y saboreando, para, llegado el momento morir rápido y satisfechos!
Besos!!
¡Cuánta fuerza transmites, Antònia! Eres una bendición.
Siempre gracias.
Mil besos.
Palabras llenas de razón, hay que vencer los miedos, seguir adelante y nunca detenerse. Nosotros tenemos la respuesta, ¿arriesgar o conformarse?, yo soy de los que soy demasiado conformista, maldito miedo que me paraliza y me impide seguir adelante. Hoy me gustaría apostar aunque no sé si seré capaz...
Bravo, es un poema precioso.
me lo quedo por que de morir nada, se siente la esperanza escrita en tus versos
saludos fraternos
un abrazo inmenso son con mucho cariño.
un beso
y abrazo muy grande
(“)_(“).-“”’-.,/)
; ° ° ‘; - ., , ‘ )
(♥_, )’__,)’-._)
VIVIR HOY LO MEJOR Y ARRIESGARNOS, BELLA ENTRADA, QUE DISFRUTES DE UNA LINDA SEMANA
CHRISTIANN
¡Claro que serás capaz de apostar!
Apuesta, Carlos, y sigue adelante.
Gracias por entrar en mi blog y comentar.
¡Bienvenido!
¡Saludos!
¡Hola Adolfo Payés!
Me alegro muchísimo tenerte por aquí y que te guste el poema.
Siempre hay que tener esperanza. Siempre.
Un abrazo.
Gracias, Christian, por tus palabras.
Siempre debemos apostar y arriesgarnos.
Feliz semana para Mundo Animal.Un fuerte abrazo.
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