
A ti,
que amas las plantas y un día me amaste a mí,
me acerco como este bonsai
orgullosa de no necesitar riego ni calor,
pero al que ojos misericordiosos como los tuyos
podrían mirar alguna vez,
mitigando su tremendo desamparo
ante la tarde que declina.
Si tú quisieras...
y pienso en mi boca y tu intención,
algunas veces intento
borrar de mi memoria tu traición.
Algunas veces mi cabecita
queda con nuestros recuerdos
a las cinco en el salón.
Y cuando te habla nunca se olvida
de guardarse sus cenizas
en mi pobre corazón.
No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
no vuelvo a pedirme perdón.
No voy a negarte que sigo adelante,
no quiero verte mi amor.
No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
ya no preguntes por mí.
Sólo quiero olvidar que un día te conocí.
Pero que hay días que toda la noche la paso llorando por ti.
Algunas veces recuerdo
que vivo a plazos por sobrevivir.
Algunas veces me cuento
que necesito un final feliz.
Algunas veces y aún todavía
se recogen las cenizas
de este pobre corazón.
No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
no vuelvo a pedirme perdón.
No voy negarte que sigo adelante
no quiero verte mi amor.
No puedo olvidarte, no quiero esperarte,
ya no preguntes por mí.
No voy a negarte yo sigo adelante
no quiero verte mi amor.
No puedo olvidar no quiero esperarte
ya no preguntes por mí.
Sólo quiero olvidar que un día te conocí.
Pero hay días que toda la noche la paso llorando por ti.
Pero hay días que toda la noche la paso llorando por ti.