jueves, 2 de abril de 2009

GRAN TORINO

Hace días fuí a ver GRAN TORINO. He tardado en comentar mi impresión sobre el último trabajo de Clint Eastwood -una de las grandes películas olvidadas de esta última edición de los premios Oscar-. Ha sido, en mi modesta opinión, la gran ausente. El gran error... En ella, Eastwood se desdobla como actor y director, en un filme que podría ser en el último en que le veremos como actor.
No sé si creerme que Eastwood se retira, es decir, no quiero creerlo, pero la avanzada edad de 'Harry el sucio', 78 años, hace que su afirmación parezca verosímil. A partir de ahora, Eastwood se dedicará sólo a dirigir.

Eastwood tiene una presencia que llena la pantalla. Es cierto que tiene "algo" que infunde respeto. "Carisma" lo llaman algunos, "presencia" lo definen otros. Lo que está claro es que gusta a muchos tanto dirigiendo como actuando.

Gran Torino es una grandísima película. Bien podría haber sido el final del inspector Harry Callahan, pero no es así. El guión de Nick Schenk es excepcional.
Esta gran película me ha hecho reír a carcajadas y llorar, y al mismo tiempo pensar. Eso es lo que todo director querría que la gente experimentase con sus películas.
Gran Torino es ÉL: aparece Eastwood y el resto de los actores se vuelven semitransparentes. No puedes dejar de mirarlo. Infunde respeto, derrocha honorabilidad y sabiduría.

Walt Kowalski es un hombre solitario, complejo, difícil, serio, sin saber qué relación ha tenido con su mujer, se intuye mucho amor (cuando le confiesa a su perra Daisy “Nos ha dejado solos”), de carácter no sociable, introvertido, amante de su patria EEUU -aunque su apellido nos hace pensar que su ascendencia es polaca-

“El último trabajo de Clint Eastwood, "Gran Torino", es el relato de un viejo veterano de la Guerra de Corea -al que da vida el director californiano- que se ve obligado a encarar sus prejuicios raciales cuando llegan al vecindario inmigrantes procedentes del sudeste asiático, a los que él desprecia”

Sin conocer estos datos que daban algunos medios de comunicación, temí, al salir de la película, que los “puristas” la tacharan de racista (por alguno de los comentarios del protagonista).
Reflexionando lo descarté de inmediato:
Es cierto que las formas de Walt Kowalski son racistas, pero no su fondo:
1- Un racista nunca se comprometería, de la forma como lo hace, tomando partido ante la injusticia de los pandilleros hmong.
2- Un racista no tendría de mejor amigo a un italiano (el peluquero de toda la vida).
3- Un racista no pediría trabajo para otra persona, a un irlandés.
4- Un racista no tendría más relación con la familia inmigrante hmong del sudeste asiático que con la propia, defendiéndolos ante los pandilleros -de esa étnia y de la raza negra-, y la
5- y fundamental: Walt no se toma la justicia por su mano. Entrega a los delincuentes a la sociedad con pruebas para que ésta los castigue por sus delitos. Es un demócrata. Da una lección de vida.

Gran Torino, tiene una gran carga emocional y perdurará en la memoria por mucho tiempo. Sin ninguna duda, obra maestra, propia de uno de los grandes genios del cine.

El final de esta película emotiva, donde se despide como actor, es inmenso, sublime. No me avergüenza decir que, cuando estaban los títulos de crédito, y la gente que llenaba el cine Rex, empezaba a asimilarla y a levantarse de las butacas, rompí a aplaudir y... me siguieron.

Si es cierto que ésta es su última película, lo ha hecho por todo lo alto. Es una lástima que abandone su carrera de actor, va a ser duro no verlo, pero al menos se despide a lo grande con un gran papel y una excelente película.


Sin duda alguna Clint nos dejará huella con sus historias.

4 comentarios:

Laura dijo...

Gran Torino: o más bien habría que decir "Gran Eastwood". He de reconocer que cuando fui a verla no iba muy convencida, no me esperaba gran cosa de ella porque cuando las críticas alaban tanto un film éste resulta al final ser penoso. Pero no es éste el caso: todo lo contrario. Como bien dices, Clint nos hace reír, nos hace llorar y nos hace aplaudir. Una gran obra maestra.
Buena entrada!!! Me ha gustado mucho tu forma de abordar el tema. Sigue así. Un beso

Mar dijo...

Gracias, Lau. Creo que cuando algo te gusta es muy fácil escribir sobre ello.

¡Besos!

Juan Carlos dijo...

Clint Eastwood era bueno cuando hacía de pistolero en los Spaghetti Western. Es el mejor en El desafío de las águilas. En Los violentos de Kelly son buenos todo. Muy entretenido haciendo de poli pero ya en El jinete pálido, Los puentes de Madison, Space cowboys, Mistic River, Million Dollar Baby, Cartas desde Iwo Jima... Es magnífico como director y como actor y en Gran Torino lo vuelve a demostrar. Y, efectivamente, los estrechomentales dirán que es un papel racista pero a lo largo de la película se demuestra que es todo lo contrario.

Mar dijo...

Gracias por tu comentario, Juan Carlos.

De todas las que has mencionado, me quedo con Gran Torino y Sin perdón.

Un saludo.